1. Competencias generales de la especialidad
2. Competencias previas a las construcción del muro
3. Competencias del proceso de construcción del muro de soga
Prólogo
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2. Competencias previas a las construcción del muro

Actividades claves:

  • 2.1 Recepción del ladrillo en obra
  • 2.2 Cuadrilla de albañilería
  • 2.3 Trazado
  • 2.4 Excavaciones destinadas a fundaciones
  • 2.5 Emplantillado y colocación de tensores
  • 2.6 Hormigonado de fundaciones y sobrecimientos
  • 2.7 Instalación y chequeo de regla con escantillón
  • 2.8 Preparación del área de trabajo previo a la confección de la albañilería

Proceso constructivo

Aun cuando se posea un proyecto con un detallado diseño y excelentes materiales para
ejecutarlo, las malas prácticas de construcción y de la mano de obra dan como resultado
una construcción deficiente. El respeto a los procedimientos correctos, adecuados a cada
caso, es la base de una albañilería durable, impermeable y que satisface todos los
objetivos.
Antes del proceso de construcción de las albañilerías, existen tareas muy importantes que,
de ser adecuadamente ejecutadas, permiten a la obra enfrentar el proceso constructivo de
manera organizada y sin destinar sus recursos de supervisión a solucionar aspectos no
abordados previamente, que pueden ocasionar pérdidas de tiempo y recursos a la obra
antes de comenzar las albañilerías y, muy probablemente, también afectar la calidad de
éstas.

2.1 Recepción del ladrillo en obra
El cuidado de los ladrillos en la obra es de responsabilidad de todo el equipo a cargo de la
obra, desde los profesionales que la administran hasta quienes tienen la responsabilidad en
terreno de ejecutarla (jefe de obra, capataces y bodeguero). Antes de recibir los ladrillos,
este equipo debe coordinarse y tomar medidas que permitan que el camión que transporta
el material llegue sin inconvenientes u obstáculos al frente de trabajo donde se necesita el
material y, a su vez, la zona escogida de descarga debe permitir una faena sin
interferencias. Las medidas que deben tomarse son:

Accesos y caminos interiores de obra. Los accesos y caminos interiores deben estar
libres de calaminas, baches, hoyos, zonas anegadas que tengan un alto riesgo de
atascamiento de un camión con carga. Junto con lo anterior, los caminos interiores deben
contar con señalización y un ancho aceptable para realizar virajes amplios y permitir las
maniobras de descarga de los pallets que contienen los ladrillos, desde el camión a la zona
de acopio. En caso de existir desniveles o subidas con pendiente alta, deben ser
constantemente mantenidas, a fin de asegurar que la carga no se golpee entre sí.

Elección de zonas de descarga y su preparación. Las zonas de descarga deben estar
definidas previamente y asegurar que el ladrillo no sea dañado posteriormente o
contaminado con materiales que afecten la adherencia.
Deben estar niveladas y no tener elementos que interfieran la descarga (postes, tendido
eléctrico, moldajes, enfierradura, escombros, etc.). Esto es especialmente importante en el
caso de usar camiones pluma, a fin de que el operador que realice la descarga maniobre
suavemente el pallet desde la rampa del camión al punto a pie de la obra donde quedará el
material.

Equipos de descarga. Idealmente, se recomienda descargar los pallets desde el camión
utilizando plumas de descarga incorporados a éstos, debido a que este sistema ayuda a no
generar despuntes en los ladrillos. De no existir esta alternativa, pueden descargarse los
pallets con grúas horquilla o con equipos de movimiento de tierra (retroexcavadoras), que
cuenten con elementos de izaje (uñas) y bandas de protección adecuados que permitan
tomar los pallets del camión y descargarlos sin golpear las unidades al interior de éstos.
Estos últimos equipos deben contar con una buena estabilidad, suspensión y tracción, de
manera de poder desplazarse dentro de la obra sin deteriorar los ladrillos.

  • Con respecto a la recepción y revisión de los ladrillos recibidos, se debe tener presente que:
    a) La revisión la debe realizar la persona especialmente designada y capacitada para
    esta función, generalmente es el encargado de bodega.
  • c) Aplicar los criterios de forma y terminación de acuerdo con lo indicado por la norma
    NCh 169 para el caso de los ladrillos industriales.
  • d) Los ladrillos suministrados deben revisarse antes de ponerlos en obra. En caso de
    verificar un problema, comunicar directamente al fabricante.
  • e) Se recomienda almacenar los pallets en un sector adecuado dentro de la obra,
    idealmente a pie de obra a fin de evitar traslados. Si esto no es posible, se
    recomienda dejarlos agrupados en un sector de la obra y sólo en el momento de ser
    utilizados trasladarlos a la zona de trabajo a fin de evitar despuntes o pérdidas
    innecesarias por golpes o caídas.
  • f) Se recomienda no apilar más de un pallet en altura.
  • g) Impedir que se contaminen con tierra u otros materiales que puedan disminuir su
    adherencia y/o afecten su presentación.
  • h) En tiempos de lluvia, se recomienda tapar con carpas o mangas de polietileno para
    evitar que las unidades estén saturadas al momento de utilizarlas.
  • i) En caso de utilizar diferentes tipos de ladrillos, se recomienda agruparlos en sectores
    claramente señalados o, si están a pie de obra, marcarlos de manera que no se
    confundan los albañiles.
  • j) Proteger las unidades de las temperaturas extremas.

2.2 Cuadrilla de albañilería

La construcción de la albañilería de ladrillos es muy sencilla en cada uno de sus detalles y
se puede aprender de manera autodidacta. La jerarquía de los integrantes de una cuadrilla
de albañiles tiene su base en la formación del oficio de albañil, desde cuando empieza a
trabajar con mínimo conocimiento y sin habilidades, es decir, sin competencias (jornal), pero
que apoya a la cuadrilla. En la medida que va aprendiendo el procedimiento de construcción
–va adquiriendo competencias-, pasa a una categoría mayor (ayudante de albañil); luego, al
adquirir las competencias (albañil) y, finalmente, cuando tiene el conocimiento y las
habilidades plenas obtenidas con años de experiencia, pasa a formar su propia cuadrilla,
liderándola en la obra.
A continuación, se definen los integrantes de una cuadrilla y sus responsabilidades:
Jornal. Su función es la de apoyar a los albañiles y ayudantes de la cuadrilla, en el
abastecimiento de materiales y preparación de zonas donde se realizarán los trabajos. En la
medida que aprenda de las labores del ayudante, puede ascender a este puesto dentro de
la cuadrilla. Entre sus tareas, están las siguientes labores:
a) Trasladar los ladrillos desde los pallets a la zona de trabajo de la cuadrilla,
acopiándolos idealmente entre 20 cm a 50 cm dentro del radio de acción de cada
albañil.
b) Preocuparse de reamasar el mortero constantemente.
c) Mojar y reacopiar los ladrillos, previo a la colocación en el muro.
d) Proveer de mortero a la cuadrilla.
Ayudante. Su función es asistir al albañil durante toda la operación de confección de la
albañilería. De igual forma que el jornal, en la medida que realice correctamente su trabajo y
aprenda las labores del albañil, puede ascender a dicho cargo dentro de la cuadrilla. Sus
tareas son las siguientes:
a) Apoyar al albañil en la colocación de escantillones y chequeo de niveles.
b) Colocar el mortero sobre las hiladas ya pegadas.
c) Compactar las llagas.
d) Verificar el estado del mortero y la saturación de los ladrillos.
e) Armar las tarimas para trabajo en altura.
f) Colocar los ladrillos a través de los tensores de la albañilería y ubicar las
canalizaciones eléctricas.
g) Cortar los ladrillos de acuerdo con los largos definidos por el albañil, que son
necesarios para la confección de muros, esquinas y encuentros entre muros
(encuentros en T).
h) Ayudar en la colocación de los premarcos de puertas y ventanas.
i) Colocar tubos de PVC en los tensores, en los casos en que se especifique. Este
tubo se emplea para poder colocar y compactar el mortero de pega sin que ingrese
al hueco donde se aloja el tensor. Cada tres hiladas, se extrae el tubo de PVC y se
rellena con hormigón (grout) hasta la mitad de la altura de la última hilada.
j) Realizar la limpieza de la albañilería.

Albañil. Es el responsable de la correcta confección de las albañilerías, es decir, del muro
sin incluir los elementos de hormigón armado, en el caso de las albañilerías confinadas.
Este trabajador ha logrado las competencias laborales del oficio a través del tiempo. Las
labores que debe realizar son las siguientes:
a) Marcar el escantillón que se necesita ejecutar en las reglas.
b) Chequear constantemente la verticalidad y posición de reglas con escantillón.
c) Replantear las dos primeras hiladas.
d) Ejes de muros y ubicación de vanos de puertas y ventanales (donde se colocan los
premarcos metálicos con las dimensiones finales de los vanos).
e) La posición y tipo de ladrillos (enteros o cortados según la medida necesaria) que
conforman la traba y las esquinas (encuentros de muros en esquinas o encuentros
en L) y los de medianeros con muros perimetrales (encuentros en T).
f) Asentar correctamente los ladrillos en cada hilada, respetando el nivel dado por la
lienza colocada entre las dos reglas con sus escantillones.
g) Verificar constantemente la verticalidad y horizontabilidad del muro.
h) Colocar las escalerillas de refuerzo en muros y vanos, respetando las
especificaciones del calculista.
i) Colocar los refuerzos horizontales de acero (trabas de acero), según las
especificaciones del calculista, en los encuentros de muros, ya sea en esquinas o
en T.
j) Cuantificar el número de hiladas necesarias para llegar a la altura de los
antepechos.
k) Chequear la correcta instalación de los tensores y ductos con respecto a la
disposición de la albañilería.
l) Debe realizar adecuadamente el llenado y compactación del mortero en las llagas.
m) Verificar la adecuada limpieza de los muros.

Etapas previas a la construcción de la albañilería
Efectuados los movimientos de tierra que son necesarios para el emplazamiento de las
viviendas y su urbanización, deben realizarse las siguientes labores previas a la
construcción de las albañilerías.

2.3 Trazado

El trazado de los ejes principales de la edificación se realiza de acuerdo con las
indicaciones y detalles que muestran los planos de arquitectura y cálculo de las
fundaciones.
La faena se realiza colocando niveletas en las esquinas de la vivienda, las cuales sirven de
base para trazar en el terreno, con lienzos y tizas, los ejes de los muros de la edificación.
Este trazado tiene que ir de la mano con la definición de los diferentes niveles que existan
en una obra.

2.4 Excavaciones destinadas a fundaciones

Los costados de las excavaciones deben ser lo más verticales posibles, en la medida que lo
permita el material a excavar, de ancho regular y sin sobrepasar las dimensiones indicadas
en los planos.

2.5 Emplantillado y colocación de tensores

Previo al hormigonado de fundaciones, debe colocarse un hormigón pobre de 5 cm de
espesor en el fondo de la excavación. Su utilidad es evitar que se contaminen los tensores
que salen de las fundaciones.

Posterior a esto (un día), se deben colocar las guías de los tensores, que es una viga
metálica que tiene marcada la ubicación exacta de cada uno de los tensores del muro, de
acuerdo con el plano de estructura. Los tensores son fijados a esta guía mediante una
amarra con alambre negro n° 18, evitando, de este modo, que se muevan cuando se realice
la faena de hormigonado. La guía debe estacarse firmemente a unos 50 cm de los bordes
de la excavación.

2.6 Hormigonado de fundaciones y sobrecimientos

El hormigonado de las fundaciones se realiza con el tipo de hormigón indicado por el
calculista en el plano de estructuras. En él se especifican su resistencia a compresión, nivel
de confianza, docilidad, tamaño máximo del árido y porcentaje de uso de bolón desplazador.

Con posterioridad al hormigonado de las fundaciones, se procede a trazar sobre la
superficie del hormigón de fundación, la ubicación del sobrecimiento, para poder colocar,
tanto la enfierradura definida por el plano de estructura como el moldaje de sobrecimiento.
Una vez concluida la colocación de ambos elementos y revisada la enfierradura, se procede
al hormigonado del sobrecimiento.

Después que el hormigón ha adquirido resistencia suficiente (un día), se procede a retirar el
moldaje de sobrecimiento y se debe limpiar la superficie del sobrecimiento, eliminando
restos no adheridos de hormigón, virutas, aserrín, desmoldante, aceites o tierra.

2.7 Instalación y chequeo de regla con escantillón

Las reglas con escantillón tienen la función de guiar a los albañiles en la correcta altura de
cada hilada de la albañilería.
Cada hilada del muro de albañilería se marca en las reglas y éstas se colocan en los
extremos de cada muro, esquina, intersección o quiebre de la vivienda.
Previo a la instalación de las reglas, debe determinarse si el plomo del muro, es decir, el
lado más vertical y parejo, quedará por fuera o por dentro de la vivienda. Esto determina la
ubicación más adecuada de los escantillones.

El albañil coloca una lienza, la cual debe amarrar entre dos reglas opuestas, atándola a una
misma marca en cada regla. Esto permite entregar un nivel parejo de la hilada, nivel que
utiliza como referencia a medida que confecciona cada una de las hiladas del muro de
albañilería.
Idealmente, se deben confeccionar con perfiles metálicos de sección cuadrada de 40 x 40
mm y un espesor mínimo de 2,0 mm, pudiendo emplearse también de aluminio. Se le
colocan dos diagonales o “vientos”, los cuales se fijan mediante el uso de estacas, mientras
que el perfil se fija al sobrecimiento.

La colocación de las reglas tiene que ser firme, bien aplomada y equilibrada, con todas sus
caras a escuadra y a distancias que no superen los cuatro metros. Al momento de su
instalación, debe solicitarse el apoyo a los trazadores para que verifiquen que estén todas al
mismo nivel.
Cada regla lleva marcada la modulación vertical de las hiladas (escantillón), la cual es la
altura que resulta de la suma de la altura del ladrillo a utilizar y el espesor de la cantería
horizontal (tendel) especificado por arquitectura. A medida que el albañil ascienda en la
ejecución del muro, debe ir subiendo la lienza y fijándola en la marca de la siguiente hilada a
ejecutar.

A modo de ejemplo, en un muro de una vivienda, cuya altura de cielo a piso es de 2,30 m y
tiene una cadena de 0,34 m, la altura total de la albañilería medida desde el sobrecimiento
al borde inferior de la cadena es de 1,96 m.

Si en la obra se utiliza un ladrillo de 9,4 cm de altura y se especifica 1,5 cm como espesor
de mortero de la cantería (tendel), la suma de la altura del ladrillo más la del mortero es de
10,9 cm que es la separación, por cada hilada, que debe hacer el albañil al graduar la regla
del escantillón, entonces el albañil tiene que hacer 18 marcas en dicha regla. Veamos cómo
se calcula:

También, dependiendo del muro a realizar, se marca el nivel de la hilada donde se terminan
los antepechos de ventanas.

2.8 Preparación del área de trabajo previo a la confección de la
albañilería

Traslado de ladrillos
El traslado se debe efectuar con medios mecánicos. La manipulación de los ladrillos debe
ser cuidadosa por parte del albañil, evitando roces entre las piezas para que éstas no se
dañen ni se despunten. El personal debe usar guantes para manipular los ladrillos.
Saturación de ladrillos
Para producir la adherencia del mortero en la cara del ladrillo, se necesita que éste absorba
la lechada presente en el mortero y que el mortero fragüe y endurezca. El ladrillo, por su
proceso de fabricación, tiene poros cilíndricos y de superficie suave, formados en el
tratamiento térmico de la arcilla (sinterización). Al estar saturado, no absorbe agua y si está
seco, succiona el agua del mortero, secándolo.
Idealmente, el ladrillo debe mantenerse sumergido durante 30 minutos en verano. Este
tiempo se puede reducir si el ambiente es húmedo. Lo que se busca es que el ladrillo esté
en una condición de humedad tal, que sea capaz de absorber la lechada del mortero, como
se indicó anteriormente. Si la superficie del ladrillo está con agua libre o suelta, las
posibilidades de adherencia son inciertas, porque la absorción es lenta. Para lograr la
situación óptima, el ladrillo debe primeramente saturarse, luego permanecer sin aporte de
agua durante el tiempo anterior a la colocación, por un plazo que depende de la humedad y
temperatura del lugar.
Los ladrillos deben saturarse con agua limpia y previo al pegado deben retirarse del agua y
dejarse en reposo, cubiertos de una lámina plástica o arpillera. Esto favorece la adherencia
entre la unidad y el mortero de pega.

Corte de ladrillos
Los ladrillos deben ser cortados con un disco diamantado, provisto de un chorro de agua,
sobre una mesa de corte adecuada. No se deben cortar los ladrillos con la plana o con
hachuela, ya que resulta un corte defectuoso y podría requerirse romper varias piezas hasta
conseguir un corte aceptable, salvo que el ladrillo tenga un precorte de fábrica.

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