Texturizado de Pavimentos de Hormigón

*Extracto del Manual de Diseño y Construcción de Pavimentos de Hormigón del Instituto del Cemento Portland Argentino. Capítulo 5 “Construcción”,  pp 43 a 47.

Los pavimentos de hormigón deben tener una textura superficial que provea una resistencia al deslizamiento de neumáticos adecuada, para alcanzar niveles de seguridad en el tránsito acordes con el uso y categoría de la vía. La textura tiene influencia además, en los niveles de ruido generado y en el drenaje superficial de la calzada, y se efectúa generalmente mediante el arrastre o pasaje de algún elemento o herramienta en el hormigón fresco.

Las buenas prácticas de texturizado del hormigón permiten: conseguir una adecuada resistencia al deslizamiento; conservar un buen drenaje y escurrimiento superficial del agua; mantener bajos niveles de ruido; y no afectar la resistencia al desgaste y su durabilidad.
Existen varias técnicas para generar una textura sobre la superficie del hormigón, que pueden efectuarse con equipamiento mecánico o en forma manual. En la tabla 1 se resumen los métodos más comúnmente utilizados.

T1
Independientemente de la técnica empleada, es importante que la textura se genere en forma pareja, para producir condiciones de fricción y niveles de ruido uniformes. Los factores que más influyen sobre la textura del pavimento, para cualquier método o herramienta usado, son la consistencia y características del hormigón, el momento o tiempo de aplicación, la presión con la que se aplican las herramientas de texturizado y su limpieza.

Uno de los aspectos más relevantes en la elección del método de texturizado radica en observar las exigencias de fricción y de profundidad de textura inherentes al tipo de vía que se trate.
En particular, en arterias donde la velocidad de circulación es baja (< 60 km/h), como por ejemplo en vías urbanas, no existen en general mayores condicionamientos en la elección del método de texturizado ya que por tratarse de bajas velocidades de circulación, el riesgo de hidroplaneo es bajo. Para estas situaciones, el texturizado con rastra de arpillera brinda en general buenos resultados.
En cambio, en el caso de vías donde la velocidad de diseño es superior a 60 km/h, como el caso de rutas, autovías o autopistas, se encuentra recomendado que la profundidad media de textura del pavimento sea igual o superior a 0,8 mm, medida con el método del círculo de arena, y por lo tanto el texturizado con arpillera no resulta adecuado.

ARPILLERA

El texturizado con rastra de arpillera consiste en el arrastre de una tela de este material sobre la superficie recién terminada del hormigón. Produce una textura longitudinal de bajo ruido y coeficiente de fricción moderado, y es de muy fácil implementación.
Cuando se utilizan pavimentadoras, por lo general, la rastra se cuelga directamente del equipo, detrás del molde o las herramientas de terminación, aunque también se puede deslizar en forma manual. Para obtener una textura adecuada con esta técnica es importante mantenerla limpia y húmeda durante toda la jornada de trabajo. Se puede usar en uno o varios pliegues, agregarle sobrepesos, e incluso deshilachar su extremo posterior para obtener una profundidad de textura apropiada.
De cualquier manera, con esta metodología suelen alcanzarse profundidades de textura relativamente bajas, de 0,2 mm a 0,5 mm, las cuales dependerán especialmente de las condiciones de ejecución, de la trama de la tela empleada y de las características de la mezcla.

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Texturizado con arpillera.

CÉSPED SINTÉTICO

Una variante similar es el arrastre de una carpeta de césped sintético, que produce una textura de mayor profundidad, sin aumentar los niveles de sonoridad, y se aplica con las mismas técnicas que la arpillera.
Tiene ventajas respecto a la anterior, ya que cuenta con un mayor peso y no requiere que sea mantenida húmeda durante la jornada. Además, pueden incorporarse sobrepesos sobre ella con el objetivo de incrementar la profundidad de textura a alcanzar.
Esta práctica es la habitualmente empleada por el Departamento de Transporte de Minnesota en los Estados Unidos, donde se requiere que el césped sintético a emplear cumpla las siguientes condiciones:

  • Largo de pelo: 15 mm – 25 mm
  • Cantidad de pelos: ~77.500 /m2
  • Peso > 2350 g/m2

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Texturizado por arrastre de césped sintético.

CEPILLADO

El cepillado puede efectuarse deslizando en el sentido longitudinal o transversal a la dirección de circulación, un cepillo en forma manual o mecánica, creando pequeñas crestas sobre la superficie del pavimento.
Es una técnica de sencilla implementación, de bajo costo y relativamente silenciosa al tránsito si se aplica en el sentido longitudinal. Empleada en el sentido transversal, puede generar un incremento significativo del ruido pavimento – neumático.

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Texturizado con cepillo.

PEINE TRANSVERSAL

Consiste en el arrastre en el sentido transversal de un implemento tipo peine metálico o plástico que genera una serie de surcos sobre la superficie del pavimento que funcionan como pequeños canales, a través de los cuales el agua puede escapar más fácilmente de la huella de contacto entre el pavimento y el neumático, reduciendo de esta manera el potencial de hidroplaneo, el spray y las salpicaduras.
Esta técnica de texturizado es la principalmente empleada en los Estados Unidos para vías de alta velocidad, dado que se considera que es la que en mayor medida permite alcanzar de manera consistente adecuados niveles de fricción con alta durabilidad y a bajo costo.
Sin embargo, se encuentran recomendados distintos patrones a fin de controlar la generación del ruido pavimento – neumático.

4

Texturizado con peine transversal.

T2

PEINE LONGITUDINAL

Esta metodología es similar a la anterior, diferenciándose únicamente en que se aplica en el mismo sentido que el de pavimentación.
En general, se caracteriza por ser una solución más silenciosa que el peine transversal. Aun cuando los índices de fricción que se alcanzan con esta metodología resultan algo menores a los que ofrece la alternativa anterior, en general resultan muy satisfactorios. Estos menores valores de fricción se consideran que son debido a la mejor condición de drenaje que brinda el peine transversal para iguales condiciones de pendiente transversal.

Durante mucho tiempo se utilizó la correa o cinta como técnica final de acabado y terminación de los pavimentos de hormigón. Este procedimiento, que consistía en el arrastre con movimientos oscilatorios de la cinta en primera instancia, y el pasaje en forma continua para finalizar la operación, estaba destinado a lograr una terminación final más “lisa”. Es importante destacar que esta práctica, que se utilizaba principalmente en pavimentos urbanos, está totalmente desaconsejada porque produce superficies con texturas extremadamente lisas e inseguras, con muy baja resistencia al deslizamiento. Sin mencionar el hecho que una mala técnica de aplicación puede, además, tener consecuencias negativas en la rugosidad del pavimento, por la generación de ondulaciones en el perfil longitudinal.

Además de la reducción del nivel de ruido, otra ventaja que ofrece el peine longitudinal respecto del transversal, es que en curvas horizontales esta técnica presenta una mejor resistencia al deslizamiento lateral, permitiendo que los vehículos la transiten de manera más segura. Este atributo puede resultar en un efecto perjudicial para los conductores de motocicletas u otros vehículos livianos, ya que las estrías longitudinales pueden provocar dificultades en la conducción al guiar la dirección de circulación.
El patrón a aplicar en este caso es uniforme con una separación entre pines de 13 mm, con una profundidad de canales entre 1,5 mm y 3 mm, y ancho de 3 mm.
Al igual que el método transversal, con anterioridad a la aplicación del peine, se debe efectuar un texturizado previo con arpillera o césped sintético.

AGREGADO EXPUESTO

La técnica del agregado expuesto se comenzó a utilizar con éxito, principalmente en obras de pavimentación en países europeos líderes en tecnología de pavimentos rígidos (Austria, Bélgica, Alemania), por sus excelentes características friccionales y su bajo nivel de ruido.
El agregado expuesto se logra quitando una delgada capa de mortero del hormigón superficial, exponiendo agregados gruesos de elevada resistencia al desgaste. La metodología requiere que la ejecución de la calzada se efectúe mediante la técnica de pavimentación en doble capa, aunque hay casos en los que se realizó exitosamente en una única capa.
La capa superior, en general cuenta con un espesor de 40 mm a 70 mm y se construye mediante el empleo de hormigón de elevada resistencia y agregados triturados de menor tamaño máximo y graduación más estricta, de elevada dureza y resistencia a la abrasión.
El proceso de ejecución involucra la aplicación sobre el hormigón fresco de un retardador de fraguado sobre el cual se coloca un film de polietileno en toda la superficie del pavimento que evita la pérdida de agua por evaporación. Luego, una vez que el hormigón de la porción inferior alcanza una resistencia suficiente, se elimina mediante un cepillo mecánico, el mortero superficial que aún no fraguó, dejando expuesto el agregado grueso de la porción superior.
Si bien las características de desempeño que se obtienen con esta metodología resultan adecuadas, éstas incrementan significativamente el costo de construcción, en tanto que además requiere la implementación de metodologías y equipos especiales con personal altamente calificado.

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Fuente: Revistavial.com

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