Soluciones para Edificación Residencial: Hormigón Reforzado con fibras
En la construcción de viviendas, la patología más frecuente es la aparición de microfisuras en losas y radieres debido a la retracción hidráulica (pérdida de agua) durante el fraguado. La armadura tradicional (malla electrosoldada liviana) suele quedar mal posicionada —generalmente en el fondo de la losa por el tránsito de operarios—, anulando su función de control. Las fibras, al estar dispersas en toda la matriz, garantizan una intercepción inmediata de las tensiones capilares en la superficie, que es donde realmente se originan las grietas por secado.
El refuerzo es intrínseco a la mezcla; no se «baja» al pisarlo ni requiere calugas separadoras.
Reducción drástica de reclamos de postventa por fisuras estéticas en pisos.
Ideal para recibir revestimientos finales (cerámica, piso flotante) sin riesgo de traspaso de grietas (reflective cracking).
Generación de reportes empíricos para la recepción conforme de la ITO
Las carpetas de nivelación (sobrelosas) poseen una alta relación superficie/volumen, lo que las hace extremadamente susceptibles al alabeo o «curling» (levantamiento de bordes debido a un secado diferencial entre la superficie y la base). La incorporación de fibras, especialmente micro-fibras sintéticas, aumenta la capacidad de retención de agua y aporta una cohesión interna que contrarresta las tensiones de tracción generadas por este gradiente de humedad, manteniendo la planeidad de la superficie.
Control del Alabeo
Minimiza el levantamiento en las esquinas y juntas de los paños
Adherencia Mejorada
La matriz reforzada trabaja mejor solidariamente con la losa base.
Resistencia al Descascaramiento
Evita el desprendimiento superficial ante impactos menores o tráfico peatonal durante la obra.
Planeidad Preservada
Asegura una base nivelada y estable para la instalación de terminaciones finas.
Los accesos vehiculares y veredas perimetrales están sometidos a condiciones más agresivas que el interior de la vivienda: ciclos de hielo-deshielo (en climas fríos), radiación UV directa y cargas puntuales de vehículos. El refuerzo con fibras mejora la resistencia a la abrasión superficial y aporta la ductilidad necesaria para absorber las dilataciones y contracciones térmicas sin fracturar el pavimento, superando la vida útil de un hormigón simple.
Resistencia al Impacto:
Mayor tolerancia a golpes y cargas dinámicas (entrada de vehículos).
Durabilidad Superficial
Menor desgaste por rodadura y erosión ambiental.
Frenado de Fisuras
Si aparece una grieta por asentamiento del terreno, las fibras evitan que esta se abra, manteniendo la funcionalidad del acceso.
Estética
Permite acabados texturizados o estampados con mayor definición y menor riesgo de grietas que arruinen el diseño.
Desde la perspectiva de la gestión de proyectos inmobiliarios, el uso de fibras impacta directamente en la productividad. Eliminar la partida de «instalación de malla» en radieres significa suprimir el acopio, corte, transporte y amarrado de acero. Esto libera horas-hombre (HH), descongestiona el sitio de construcción y elimina los riesgos de accidentes por manipulación de mallas oxidadas o cortes, alineándose con los principios de Lean Construction (construcción sin pérdidas).
El refuerzo es intrínseco a la mezcla; no se «baja» al pisarlo ni requiere calugas separadoras.
Reducción de accidentes por cortes, tropiezos con mallas o esfuerzos lumbares.
No se requiere espacio de acopio para grandes volúmenes de malla sima/acma.
Se utiliza exactamente la cantidad de refuerzo necesaria dentro del mix, eliminando recortes y sobrantes de acero (scrap).