Obras Estructurales: Soluciones Técnicas Avanzadas
En proyectos de gran envergadura, la construcción de muros masivos mediante hormigón proyectado presenta el desafío del control térmico. La hidratación del cemento genera calor que, si no se gestiona, provoca gradientes de temperatura y fisuración interna. La implementación de un plan de control térmico riguroso es esencial para mitigar estos efectos, especialmente en climas extremos. Estas medidas preventivas aseguran que la estructura alcance su resistencia de diseño sin comprometer su durabilidad a largo plazo.
Diseño de Mezcla Optimizado
Uso estratégico de aditivos reductores de calor y cementos de baja reactividad térmica.
Monitoreo Continuo
Minimiza la exposición de los operarios a zonas de riesgo (frentes inestables o trabajos en altura).
Enfriamiento Controlado
Aplicación de técnicas de pre-enfriamiento de áridos o uso de agua fría en la mezcla para mantener temperaturas seguras.
El shotcrete se posiciona como la solución ideal para la rehabilitación de elementos críticos deteriorados (vigas, columnas, muros). Su ventaja radica en la capacidad de adherirse tenazmente a superficies existentes gracias a la energía de impacto, permitiendo restaurar la funcionalidad estructural sin la necesidad de encofrados complejos que detengan la operación de la infraestructura. El éxito de la intervención depende de una ejecución técnica que asegure la continuidad entre el material antiguo y el nuevo refuerzo.
Preparación de Superficie
Eliminación exhaustiva de material suelto y óxido en armaduras para garantizar la adherencia química y mecánica.
Control de Espesores
Aplicación metódica en capas uniformes para evitar acumulaciones de peso y tensiones internas indebidas.
Refuerzo con Fibras
Incorporación de fibras para mejorar la resistencia a la tracción y el control de fisuras en zonas de carga dinámica.
La tecnología del shotcrete ha evolucionado hacia el refuerzo integral con fibras, revolucionando el diseño estructural. Este material híbrido combina la proyección tradicional con la capacidad de las fibras para absorber energía y controlar la fisuración desde el interior. Es la solución predilecta para túneles y estructuras de alta exigencia, ya que transforma el hormigón en un elemento dúctil capaz de deformarse sin colapsar, superando las limitaciones del hormigón simple.
Las fibras generan un refuerzo isotrópico (3D) que mejora la ductilidad y la resistencia al impacto.
Posibilidad de disminuir o eliminar la enfierradura convencional, optimizando costos y tiempos de ejecución.
Incremento notable en la resistencia al desgaste superficial y protección frente a ciclos de hielo-deshielo.