Tecnología de Hormigón Proyectado (Shotcrete) Reforzado con fibras
La proyección de hormigón reforzado con fibras resuelve de manera eficaz una de las patologías más críticas del sistema tradicional con malla electrosoldada: el efecto de “sombra acústica”. Cuando la malla funciona como una barrera rígida frente al impacto del material, se generan zonas de baja compactación, vacíos internos y fallas en la adherencia inicial. Al eliminar esta interferencia física e incorporar un refuerzo tridimensional distribuido en toda la matriz, el hormigón proyectado impacta directamente contra el sustrato, logrando una compactación más densa y continua. Esto mejora la energía de adherencia, reduce delaminaciones y garantiza una transferencia de tensiones más eficiente, incluso en superficies con alta irregularidad.
Las fibras, dispersas de manera isotrópica dentro del flujo del material, viajan junto a la pasta cementicia durante la proyección, permitiendo que cada junta, recoveco o textura del soporte quede completamente rellenado y reforzado desde el interior. Su distribución aleatoria genera un refuerzo multidireccional que no depende de la alineación ni de la colocación manual, y que aporta mayor resistencia al agrietamiento, al impacto y a las tensiones diferenciales. Como resultado, se obtiene un sistema más homogéneo, adherente y duradero, capaz de entregar un comportamiento mecánico superior en aplicaciones de minería, obras subterráneas y estabilización de taludes, donde el desempeño estructural y la adherencia son determinantes para la seguridad y la vida útil de la obra.
Eliminación de Oquedades
Previene la formación de vacíos detrás de la armadura que comprometen la capacidad de carga.
Adaptabilidad Geométrica
El refuerzo «copia» la topografía del terreno sin necesidad de doblado o corte de mallas.
Continuidad de la Interfaz
Asegura una transferencia de carga eficiente entre el sustrato y el revestimiento.
Densidad Constante
Garantiza que no existan planos de debilidad dentro del espesor de la capa proyectada.
Desde una perspectiva de gestión de obra, el shotcrete con fibras transforma la ruta crítica del proyecto. Se elimina por completo la etapa de instalación manual de armadura, una actividad intensiva en mano de obra y de alto riesgo. Esto permite una transición inmediata desde la excavación o preparación de superficie hacia la proyección. La logística se simplifica drásticamente al suprimir el transporte, acopio e izaje de mallas, reduciendo la huella operativa en frentes de trabajo congestionados.
Velocidad de Ejecución
Fusión de las fases de «instalación de refuerzo» y «hormigonado» en una única operación continua.
Seguridad del Personal
Minimiza la exposición de los operarios a zonas de riesgo (frentes inestables o trabajos en altura).
Reducción de Merma
Elimina los desperdicios por traslapes (solapes) de mallas y recortes geométricos.
El aporte fundamental de las fibras en el shotcrete reside en la capacidad de otorgar ductilidad al revestimiento endurecido. Ante movimientos del sustrato o sobrecargas, el hormigón simple fallaría de manera frágil e instantánea. El refuerzo con fibras modifica esta respuesta constitutiva: una vez iniciada la fisuración, el sistema mantiene una capacidad de carga residual significativa. Esto permite que la estructura se deforme controladamente, disipando energía y redistribuyendo las tensiones hacia las zonas adyacentes menos solicitadas, evitando el colapso progresivo.
Alta capacidad de absorción de energía (Joules) frente a deformaciones impuestas.
Restricción activa de la apertura de grietas, manteniendo la trabazón de agregados (aggregate interlock).
Comportamiento noble que avisa visualmente (deformación) antes de una falla, a diferencia de la rotura explosiva.
Mantiene la integridad del revestimiento incluso bajo condiciones de servicio severas.